TIPOS Y FASES DEL PROCESO DE SOCIALIZACIÓN:
No todos los individuos pasan por el mismo proceso de socialización,
sino que dependerán del lugar a ocupar por el individuo en la sociedad. Si
estos lugares fueran similares, entonces el proceso de socialización también lo
sería. Cuando esto no sucede, y el proceso de socialización toma diferentes
caminos y se especializa en función de una jerarquía social aparece la socialización diferencial. Ejemplos de la socialización diferencial
pueden ser simplemente la crianza diferenciada de niños y niñas, de niños y
adolescentes, pero la que más importancia ha tenido a lo largo de la historia ha
sido la diferenciación por clase social y el acceso a recursos materiales.
Pero, a la vez que existen estas diferentes socializaciones, en función de la
estructura social, también es necesario que exista un nexo común que haga
sentirse a los individuos parte de la misma sociedad, que se generen algunas características
identitarias que sean comunes (religión, patriotismo…).
Como todo proceso, la socialización tiene partes
diferenciadas: socialización primaria y socialización secundaria.
La socialización primaria es la primera y básica por la que
el individuo atraviesa durante la niñez. Por medio de ella se convierte en
miembro de la sociedad. En este tipo de socialización la interacción con los
adultos y generar vínculos afectivos es fundamental, así como el aprendizaje
del lenguaje y el desarrollo de la confianza y la seguridad. Es entonces cuando
finalizaría este proceso, cuando el individuo toma conciencia del concepto del
otro.
Sobre esta base, se construiría la socialización secundaria,
que supone la incorporación de nuevas
rutinas, entrar en contacto con nuevos sectores del mundo, asumir nuevos roles.
A diferencia de la socialización primaria, en esta fase la carga afectiva es
reemplazada por técnicas pedagógicas que facilitan el aprendizaje (como un
lenguaje más especializado, por ejemplo).
Por otra parte, cada una de estas fases tiene lugar en
instituciones especializadas en esta tarea. La familia es la institución por
antonomasia de la socialización primaria, mientras que la escuela lo es de la secundaria.
El problema aparece cuando comienzan a difuminarse el papel de unas y otras
instituciones y cuando comienzan a aparecer nuevas agencias de socialización que
ponen en entredicho el papel de las que se aceptaban hasta entonces. Esto hace
que el proceso de socialización sea muy complejo, sobre todo en sociedades
multiculturales, y los fallos en alguna de sus fases pueden traer consigo
conflictos y verdaderos problemas sociales.
Es necesario dar a al proceso de socialización y a sus
distintas etapas la importancia que les corresponde y se debe ser cuidadoso y
tomar medidas preventivas para que no se desvíen las conductas. Como sabemos, una
socialización primaria mal ejecutada con roles familiares poco claros,
negligentes o inexistentes, es clado de cultivo para una socialización secundaria
muy difícil, donde los problemas de conducta tienen que ser regulados por los
mecanismos legales y jurídicos de la sociedad. Cuando estas etapas fallan, el
papel del educador social se hace fundamental, para que tuviera lugar la que
llamamos socialización terciaria. En esta fase tendría lugar la “resocialización”,
la sustitución de los roles mal aprendidos por unos nuevos que se puedan adaptar
a una vida en sociedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario