domingo, 15 de enero de 2012

PROCESOS DE SOCIALIZACIÓN (II)


TIPOS Y FASES DEL PROCESO DE SOCIALIZACIÓN:

No todos los individuos pasan por el mismo proceso de socialización, sino que dependerán del lugar a ocupar por el individuo en la sociedad. Si estos lugares fueran similares, entonces el proceso de socialización también lo sería. Cuando esto no sucede, y el proceso de socialización toma diferentes caminos y se especializa en función de una jerarquía social aparece la socialización diferencial.  Ejemplos de la socialización diferencial pueden ser simplemente la crianza diferenciada de niños y niñas, de niños y adolescentes, pero la que más importancia ha tenido a lo largo de la historia ha sido la diferenciación por clase social y el acceso a recursos materiales. Pero, a la vez que existen estas diferentes socializaciones, en función de la estructura social, también es necesario que exista un nexo común que haga sentirse a los individuos parte de la misma sociedad, que se generen algunas características identitarias que sean comunes (religión, patriotismo…). 

Como todo proceso, la socialización tiene partes diferenciadas: socialización primaria y socialización secundaria.

La socialización primaria es la primera y básica por la que el individuo atraviesa durante la niñez. Por medio de ella se convierte en miembro de la sociedad. En este tipo de socialización la interacción con los adultos y generar vínculos afectivos es fundamental, así como el aprendizaje del lenguaje y el desarrollo de la confianza y la seguridad. Es entonces cuando finalizaría este proceso, cuando el individuo toma conciencia del concepto del otro.

Sobre esta base, se construiría la socialización secundaria, que supone  la incorporación de nuevas rutinas, entrar en contacto con nuevos sectores del mundo, asumir nuevos roles. A diferencia de la socialización primaria, en esta fase la carga afectiva es reemplazada por técnicas pedagógicas que facilitan el aprendizaje (como un lenguaje más especializado, por ejemplo).

Por otra parte, cada una de estas fases tiene lugar en instituciones especializadas en esta tarea. La familia es la institución por antonomasia de la socialización primaria, mientras que la escuela lo es de la secundaria. El problema aparece cuando comienzan a difuminarse el papel de unas y otras instituciones y cuando comienzan a aparecer nuevas agencias de socialización que ponen en entredicho el papel de las que se aceptaban hasta entonces. Esto hace que el proceso de socialización sea muy complejo, sobre todo en sociedades multiculturales, y los fallos en alguna de sus fases pueden traer consigo conflictos y verdaderos problemas sociales.

Es necesario dar a al proceso de socialización y a sus distintas etapas la importancia que les corresponde y se debe ser cuidadoso y tomar medidas preventivas para que no se desvíen las conductas. Como sabemos, una socialización primaria mal ejecutada con roles familiares poco claros, negligentes o inexistentes, es clado de cultivo para una socialización secundaria muy difícil, donde los problemas de conducta tienen que ser regulados por los mecanismos legales y jurídicos de la sociedad. Cuando estas etapas fallan, el papel del educador social se hace fundamental, para que tuviera lugar la que llamamos socialización terciaria. En esta fase tendría lugar la “resocialización”, la sustitución de los roles mal aprendidos por unos nuevos que se puedan adaptar a una vida en sociedad.

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