CONCEPTOS Y FORMAS DE
MEDIR LA POBREZA Y LA EXCLUSIÓN SOCIAL
Mercedes Reglero, en su escrito acerca de la pobreza y la
exclusión social, nos ofrece definiciones que permiten distinguir entre estos
dos conceptos que siempre aparecen estrechamente relacionados. En función del
significado que a cada uno de ellos se le da, se llevan a cabo medidas de
actuación, en pro de paliar el problema que la pobreza constituye para la
sociedad actual en su conjunto.
Tradicionalmente se ha considerado la pobreza, en términos
cuantitativos, como un estado en el que los ingresos percibidos se encuentran
por debajo de lo necesario para satisfacer las necesidades de una persona. De
esta forma la pobreza se refiere a la escasez de recursos económicos que deriva
en desigualdad y marginación. Por otra parte, la pobreza cualitativa, considera
que, además, existen factores como la falta de oportunidades que dificultan la integración
social.
La pobreza relativa es un concepto que centra su significado
de forma diferenciada para cada sociedad. Teniendo en cuenta factores
históricos, culturales y requisitos de inclusión social, considera la pobreza
en función de los ingresos que percibe una persona y de lo que esto supone en la
sociedad a la que pertenece, es decir, considera pobre a la persona que no
alcanza el nivel de ingresos medio de la sociedad en la que vive.
La pobreza absoluta tiene un significado más global, y se
define como la situación en la que una persona no tiene los recursos que le
permiten cubrir sus necesidades humanas básicas para poder sobrevivir (según el
Banco Mundial menos de un dólar al día).
Con respecto a esta forma de medir la pobreza, Amartya Sen
critica que no ha de entenderse la pobreza únicamente como escasez de ingresos
que conlleva necesariamente a la incapacidad para satisfacer necesidades
básicas, sino que también debe aludir a la utilización que las personas pueden
hacer y hacen de los recursos de los que disponen.
Cualquier sistema que se utilice para medir la pobreza es
relativo, puesto que todos llevan detrás de sí ideologías políticas e
implicaciones sociales muy variadas y dispares. De ahí que cada gobierno y
organización, en función de los términos según los cuales entienda la pobreza,
actuará de una forma u otra con respecto a ella, porque si algo es cierto es
que los resultados comprometen y se convierten en condicionantes de acción,
tanto política como social. Por otra
parte, es necesario señalar, que la mayoría de las medidas y los proyectos que
pretenden “solucionar” o “dar respuesta” a la pobreza no llegan a ser efectivas
ni a producir cambios por el mero hecho de que están diseñadas bajo
concepciones subjetivas realizadas, además, por lo grupos de poder de los
países desarrollados que, además tienen una serie de intereses que dirigen sus
actuaciones y su posicionamiento ante una misma realidad.
El término exclusión social hace referencia al proceso por el
cual un individuo o grupo es apartado o separado del resto como consecuencia de
sus escasas o inexistentes posibilidades laborales, económicas, políticas y
culturales, a los que otros si pueden
acceder. La pobreza se convierte según esta concepción en un factor más de la
exclusión, pero nunca condicionante, sino añadido a la desigualdad de
oportunidades.
El proceso de exclusión presenta las siguientes
características:
- - Estructural:
porque se da en todas las sociedades como consecuencia del sistema económico y
social actual.
- - Multidimensional:
porque supone una interrelación de variables diferentes para cada caso.
- - Dinámico:
porque varía en función del contexto.
- -
Acumulativo:
porque se compone de circunstancias que se agravan entre ellas.
- - Global
y variable: porque afectan a todas las personas pero de forma diferente.
Es en definitiva un proceso que
resulta de la presencia de diferentes circunstancias que no suponen por
separado una causa para la exclusión, pero que sumadas llevan a “la separación
del individuo de sus posibilidades de desarrollo personal y participación social”. Además, las circunstancias varían para cada
caso, no siendo siempre las mismas, de ahí la dinamicidad y variabilidad del proceso.
De la definición de exclusión social
se deriva el concepto de inclusión social, que describe la capacidad de los
individuos y grupos para mejorar su desarrollo personal y su participación social.
Los ejes que garantizan una adecuación social son familia y capital social, participación
en el mercado y reconocimiento y participación pública. El gráfico de la
inclusión social sería el siguiente:
Los grupos sociales con mayor riesgo
de exclusión social o pobreza son las mujeres con cargas familiares no
compartidas, jóvenes en situación de fracaso o abandono escolar, comunidad
gitana, personas en paro y las personas sin hogar. Estos son los grupos en el
caso de nuestra sociedad actual, porque como ya he dicho anteriormente varía
según las sociedades y los momentos históricos. Las causas principales de que
sean estos grupos derivan del sistema económico global, que establece y eleva
cada vez más las llamadas necesidades sociales. Por otra parte, situaciones de crisis como a la que estamos
acudiendo, agravan la situación, llevando a muchas personas de los países
desarrollados, que creían que sus necesidades básicas estaban garantizadas por
los estados de bienestar, a situaciones de verdadera necesidad y pobreza.
Cada vez más se demuestra la
necesidad de volver a estudiar las causas de la pobreza y las desigualdades,
con el objetivo de que no sigan aumentando como lo están haciendo, y “abriendo
los ojos” de muchas personas que viven inmersas en la situación desde el
desconocimiento.
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